martes, 2 de abril de 2013

No es el momento, llegas tarde.

Estaba disfrutando de una vida normal, medianamente tranquila, algo común. No pedía más.

 Y  has vuelto a aparecer y los recuerdos ya no afloran en mi piel, tú ya no formas parte de mi ser. 

Lo noté perfectamente cuando me estabas mirando, noté que me mirabas y cuando me di cuenta te estaba mirando también,  pero ya no sentía nada, no, ahora ya no. 

No me pidas que vuelva a lo de antes, ahora disfruto de la vida. 

No, no es el momento. Como siempre... Llegas tarde. 

Sé que nos dijimos muchas cosas. Pasó demasiado tiempo. No, no es el momento. Como siempre... Llegas tarde.

Ya no siento lo mismo, sinceramente ya no hay nada. ¿Para qué engañarnos? Cuando nos miramos ya no siento ése contacto especial, simplemente veo unos ojos comunes. Reconoce, somos dos extraños. 

Y ahora no, no es el momento. Como siempre... Llegas tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario