domingo, 25 de diciembre de 2011

Y aquí estoy yo, con mi conciencia sangrando.

Promesas, todas hechas sobre piedra. 
Noches estrelladas y luces de ciudad,
cayendo sobre mí. 
Perdona mis negaciones, 
mis cambios de idea, 
vivir aislada ...
Es mi mente; cara o cruz. 
Y sinceramente, me sentaría y dejaría mis tripas al aire.
Y es que yo o pierdo la cabeza
o la reviento contra la pared.
No me importa si esto continúa porque ahora parece que estoy acabada;
mi estabilidad mental llega a su amargo final.
Aquí está la verdad; 
la esperanza y las excusas para aferrarse a un nuevo día
se han agotado.
Ya está, se ha acabado;
persignarse y hasta morir...

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