martes, 31 de enero de 2012

La magia del mago, el mago que me ha enamorado.

Dicen que no hay mal que por bien no venga. Y puede que hoy ya no me entretenga; ya que ayer perdiéndome en tus sábanas, yo me encontraba. Y sinceramente, no podría escoger un momento o una acción que fuera la más mágica porque sin duda alguna, lo más mágico del mundo eres tú. Magia... Magia eres tú. Y de tanta magia, te hiciste mago... Y de repente, jugaste a desaparecer y a mí me hiciste enmudecer. ¿Sabes qué? Ayer me embrujaste, sí. Pero... Mucho antes ya me enamoraste. ¿Y ahora? ¿Ahora qué hago? Tienes que decírmelo tú, ya que eres el mago. 

lunes, 30 de enero de 2012

No sé lo qué voy a hacer.

No quiero olvidar todo lo que siento, no quiero ni intentarlo, esto es tan fuerte... Es demasiado. Mira, no quiero olvidarte porque te quiero ni tampoco quiero ocultarme detrás de una máscara que me impida mostrarte como soy. Pero luego, apareces y estás ahí delante... Y nerviosa, me escondo. Te evito y me escapo... Y no sé porqué si lo que más quiero es verte y estar a tu lado, contigo. Pero el amor es así, así de loco y caprichoso. Y a veces, también tímido y vergonzoso. El amor... Ay el amor, ¡qué saca todo lo de dentro! Todo lo que nosotros mismos desconocemos de nuestro interior. 

viernes, 27 de enero de 2012

Lado oscuro.

Odio atroz a la humanidad, ¿lo sientes?
Este amor al arte efímero:
Sueño con el día en el que todos vosotros estéis agonizando entre horribles dolores mientras yo violo a vuestra madre con un cactus hasta que muera desangrada chillando como la cerda que es. Luego esperaré a que su cadáver se pudra para dárselo de comer a los perros y cuando vomiten de asco lo recogeré en un vaso para dárselo a beber a vuestra hermana o en su defecto, a vuestro padre. 
Este odio al mundo entero:
Entonces, cuando el mundo calle y solo se oiga el eco de mi voz... Bebés muertos serán los peluches de mi habitación.







Amor VS Odio [ e r r o r ]

El amor y el odio están más ligados que el vínculo que representa mi blog.


Nos han hecho creer que el mundo está dividido, que debemos hacer distinciones entre el bien y el mal. Y no, no estoy de acuerdo, esto no es del todo cierto. Vengo con la intención de representar mi teoría. Sí, hoy vengo a hablar de una cosa muy parecida. De dos antónimos, de dos opuestos (no tan opuestos) como lo son el odio y el amor. 
Para quererse, hay qué descubrirse. Al descubrirte, encuentras cosas buenas y no tan buenas, unas te gustan y otras no. Así es como nos llegamos a querernos y a odiarnos al mismo tiempo que nos aceptamos, porque todos tenemos defectos, porque no hay seres perfectos. 


Y yo, yo soy una de esas personas. Me quiero y me odio, a partes iguales unos días, otros días me quiero más de lo que me odio y a veces, parece que me odio completamente. Y así estamos, en lucha constante, intentando equilibrarnos. ¿Soy la única? ¿Necesitas otro ejemplo?
A ver, ¿qué pasa cuándo aparece otra persona? Ay Dios, yo lo quiero... Lo quiero pero porque también lo odio. Odio esa mirada tan seductora, pero esa mirada que finalmente amo con todas mis fuerzas. ¿Y esa sonrisa? Odio la perfección de sus comisuras, pero exactamente esa sonrisa es la que me ha vuelto loca. Sí, lo odio porque lo quiero y lo quiero porque lo odio. 


Y se supone que somos seres humanos, que somos racionales, ¿no? Pues sinceramente, me gustaría coger al que dijo esa frase y darle de ostias. Porque... ¿Quién cojones habla de razón teniendo corazón?

martes, 24 de enero de 2012

Heartbeat like a cigarette smoke.

Ya no hay camino, tampoco destino. Construí un muro de contradicciones. Y aquí me encuentro, entre mis adicciones. Estoy delante de este muro, donde en el centro está tu nombre escrito en mayúsculas. Una botella de vodka, unos chupitos de tequila un poco más allá. Cuatro whiskys después... Y aquí estoy en la esquina de este muro, fumando los pocos cigarrillos que me quedan.  Viviendo al ritmo de mis emociones, escuchando las mismas viejas canciones... Viéndote a ti, justamente ahí, en el centro. Despertando o adormitando sensaciones, ya no sé ni cómo me siento, ni en qué punto del muro me encuentro... Si es que aquí todo es una cortina de humo y,  mis latidos... Mis latidos, ya se han convertido en eso. 

lunes, 23 de enero de 2012

Punto sin retorno: TÚ.

Y tus ojeras, y tus lunares, y tus pecas, y tus frases, y tus palabras, y tus peculiaridades, y... ¡Todo!
¡Es que me gusta todo, joder! ¡Es que me gustas tú!

sábado, 21 de enero de 2012

Empezaré a verlo desde tu perspectiva.

Jugaré con los corazones, porque son piezas de lego. Me encantará destrozarlos, eso aumentará mi ego. Luego, la persona estará completamente entregada y ahí será cuando le de la patada. Le haré creer que el amor es una mierda, haré que llore y sufra. Y después de dejarla medio paralítica, me encargaré de darle una silla de ruedas para que siga su camino sin mi pero sin olvidarme. Sí, empezaré a verlo desde tu perspectiva. 

lunes, 16 de enero de 2012

Oh, ¿pero qué es esto?

Yo tenía un cuchillo en las manos, en ese momento no sé qué estaba haciendo con él. Pero de pronto, algo captó toda mi atención, una cosa de color algo así como rojo, parecía que se movía hacia delante y hacia atrás, y hacía algo así como bum-bum. Yo me pregunté, oh ¿pero qué es esto? Entonces, mi curiosidad me llevó a más, me llevó a investigar. Pero, algo me frenó, escuché llorar. Y de pronto, me fijé en otra parte, vi su cara. Ahí, me di cuenta de lo qué había hecho; con ese cuchillo yo le estaba rajando el pecho. Y con toda la razón lo que estaba ante mí era su corazón; el cual debió de pertenecerme en algún momento y no fue así. Desde luego, yo quería más. No había llegado hasta ese punto para acabar así. No, desde luego que no. Obviamente quería más. Y seguía escuchando cómo lloraba, acompañado de sus gritos me llevó a mis pensamientos; creo recordar que era un lugar húmedo, oscuro y realmente lúgubre... Sí, en mi cerebro había un lugar así. Y ahí me di cuenta de todo, de porqué yo estaba en esa situación. Esa parte de mi cerebro se amplió con cada putada que él me había hecho, yo debía de hacerlo, debía de rajarle el pecho. Y ahí estaba él, tirado, gritando, oh dios... En mi poder, en mis manos. ¡Y cómo me motivaba! Y la curiosidad me llevaba a más, fui a la cocina a por lo primero que encontrara. Vi un poco de sal y fui a experimentar, corté ahí, justo en su corazón, hice una buena tajada, le eché un poco de sal y escuché que él gritaba más. Entonces supuse que escocía bastante, lo suficiente como para motivarme más y volver a la cocina a por más. Pero esta vez, cogí tabasco, me fui nuevamente a donde estaba ese cuerpo en pleno sufrimiento y desenrosqué el frasco; primero hice otro pequeño corte en el mismo sitio, en ese músculo que debió de pertenecerme y no lo hizo... ¡Rás, otra vez en el corazón! Esta vez, una pequeña punzada, con más fuerza. Y venga, ahora el tabasco. Gritaba con más fuerza e intensidad que nunca. Luego, probé, en mi tercera y última puñalada probé mezclando sal y tabasco. Os juro que fue la combinación más perfecta que pude hacer en toda mi vida, sabía algo así como a: Lágrimas, gritos e intensas súplicas. Lo hice sufrir como nunca y nunca me había sentido tan bien. Y si me preguntan si lo volvería a hacer, la respuesta es que no tardaré mucho en volver a hacerlo. Es mejor que no me den motivos, pues no necesito demasiadas razones para comer corazones. 

En ese momento me creía Dios.

Y realmente lo era, no había forma de que pudiera dejar de serlo. Fui llevada a mi mejor punto, bailando en mi revelación, en una civilización emergente. Poesía de cemento para alimentar mi ánimo mental. Y tú, tú mirándome sin saber que estabas alimentando mi ego más y más. Así que fui llevada a mi mejor punto y ahora ya no hay quién me pare. Ahora, ahora que soy... DIOS.

Una, una y otra vez.

Vuelves ahora, ahora que estoy con él. Vuelves, vuelves para que me pierda en tu mirada. Vuelves con más fuerza, con más fuerza que nunca me miras intentando conseguir hipnotizarme nuevamente. Creo chico, que realmente nunca me has mirado así. Sinceramente, creo que no, no, nunca me has deseado tanto como ahora. Y yo, más que nunca, tengo ganas de jugar, ahora. Así que fíjate en mí, sigue así. No pares, ¡oh no, no pares de mirarme así!, sé que no podrás resistirte ni evitarlo. Oh mira, ahora estoy bailando para ti. Bailando para ti, provocándote cuando ya te tengo más que provocado. Y sin que tú lo sepas, cariño, te estás volviendo más y más loco. Loco, loco por mí. Como yo alguna vez lo estuve por ti. Mira cómo duele, pienso cortar tu corazón en cachitos, cachitos muy pequeñitos y así, hasta que no quede nada. Ríndete una, ríndete otra, ríndete una y otra vez. Ríndete, ríndete a mí. 

domingo, 15 de enero de 2012

Y de tanto pensar en los hombres, estoy agilipollándome.

Sí, ¡eh! De tanto pensar en ellos, acabaré gilipollas como ellos.
Quiero que no me atraiga nadie, nadie más que yo. Quiero quererme y atraerme única y exclusivamente a mí misma. Volverme completamente asexual para todo lo demás y así poder jugar, jugar libremente con los demás. Tal cual, ellos hacen con nosotras.
Y sí, es lo mejor. Me lo voy a proponer, sin olvidar que las mujeres podemos conseguir todo lo que nos propongamos. 
Yo soy capaz de todo, absolutamente de todo. Y diciendo esto, me doy cuenta de que sí, soy capaz de todo, de todo... Por ti. Y así, es como vuelvo a caer...

viernes, 13 de enero de 2012

Él tenía fe y amaba la religión.

Me dijo que nunca tuvo preocupaciones hasta que me conoció, afirmando que no era la Virgen María pero jurándome todo su amor. Y ahora dice que tiene sus dudas, que todos mis besos tiene el sabor de Judas, que besarme es como probar lo prohibido, que cada uno de mis besos son como "el beso de la muerte", que le quitan vida y que ya no, ya no encuentra la salida. Dice que quisiera odiarme a muerte y no amarme eternamente.
Y yo, yo te digo que tengo una reputación; que no, que yo no creo en la religión. Esta es una situación pegajosa pero no lograrás que me la pegue. Como tú sueles decir... Amo, amo jugar con fuego, amo herir tan bien, amo mantenerte ardiendo. Porque sí, yo soy un mal hábito. Un mal hábito, tan bueno... Oh sí, vuélvelo a decir, ¿cómo era? "Cada maldita vez que atravieso esa puerta, es la misma maldita cosa. Esa puta se dobla, y yo olvido mi nombre, entregándome a ella, solamente a ella y para siempre"
Así que no sé, supongo que después de todo lo que hemos hecho juntos, chico... No volverás a amar tanto la religión, nunca tanto como nos hemos amado en mi habitación.

Y así, así finaliza la historia de un chico que me amó. El único, el único hombre que me amó.
Él tenía fe y amaba la religión pero vino a mí y me entregó su corazón.

domingo, 8 de enero de 2012

Y sin tener suficiente, vino a por más.

Yo ya lo creía todo acabado. Sí, creía que todo había acabado. Pero no, para él resultó no ser suficiente. No bastó aquella noche que por cierto, ¿dónde está la noche que me diste entera? 
Y no, no has tenido suficiente... Los "te quieros" que yo ya creí haber agotado, regresaron para decírselos con más fuerza todavía. Pero esta vez, que vuelves... Y con ello, mis sentimientos vuelven a aflorar. Debo decirte chico, que los sueños rotos se han agotado, que aquella estúpida no se encuentra en el mismo lugar donde la has dejado. Y esos "te quieros" se consumarán justo en el lugar en el que vuelven a aflorar. ¿Sabes? Te diré que hay una carretera que lleva a ninguna parte, así que cógela y tira millas desde aquí hasta allá.

sábado, 7 de enero de 2012

Y porque al fin y al cabo, todo es una parte de mí.

Juzgamos a un libro por su portada y leemos lo qué queremos entre líneas seleccionadas. ¿Sabes? A veces quiero matar, otras quiero morir. A veces quiero destruír y otras simplemente llorar. Hoy me vuelvo rencorosa y podría abandonar. Mañana podría dar en el clavo o no hacer una puta mierda. Y sé que mis palabras pueden molestar pero al menos, hay una reacción. Y si maldije tu punto de vista, ya puedes poner la otra mejilla, pero no me condenes cuando tengo ocurrencias porque el silencio no es dorado cuando lo tengo dentro porque he estado donde he estado y he visto lo que he visto.

miércoles, 4 de enero de 2012

Sencillamente no puedo más.


No sé exactamente qué es lo que estoy haciendo mal pero hay un límite para las cosas que puedo soportar. Tal vez, no hay nada más para decir y de un modo gracioso estoy tranquila porque yo ya no mantengo el control de la situación, así que voy a limitarme a dejarlo volar y quién sabe podría sentirme mejor. La verdad es, que si no lo intento no tengo esperanza. Lo dejo volar aún con el miedo de que se acabe evaporando...
Yo lo dejaré volar.

Un café, por favor.

Necesito una buena dosis de café; se suele decir que los problemas se disuelven. Pero mis cafés ya no parecen ser lo suficientemente grandes para problemas tan espesos. Perdóname por interrumpirte en este momento, perdona si te digo te quiero y te atormento, perdona mis llantos, mi lamento,... Esta cicatriz parece no sanar, está cerrada pero sangra. Nunca lograré entender qué tanto nos quisimos si después de un día para el otro pusimos mil vallas y cemento por medio. Y hoy, después de más de un año sin ti, sigo aquí. Tratando de mantenerme firme aunque a veces resbale. No te preocupes; mi corazón está nuevamente ocupado; aunque su ocupante... No llegará. Y por ello creo, que vuelvo a recurrir a ti. Pues yo caigo y vuelvo a caer EN TI.

Llamada perdida.

... y prefiero quedarme con la duda de qué me dirías, antes de encontrarme de nuevo metida en tus peores momentos. No quiero volver a encontrarme con ese ángel negro que llevas dentro y nos acaba por hundir a los dos. Definitivamente, esta vez sí, ya te he perdido entre la gente. Y búscame, búscame cuando me necesites, pero te dolerá todo el cuerpo; me buscarás en el infierno. Ya ves, soy igual que tú.