jueves, 22 de marzo de 2012

Estoy viendo cómo me trago mis palabras...

"Me duele la cabeza. Será de darle tantas vueltas, de pensar en porqué esta vez, otra vez... 
Y volvemos, a dar marcha atrás en todo. Todo, lo que creía que avanzara... Me lo has hecho retroceder. ¡Qué raro, otra vez...! ¿Por qué, por qué lo has hecho esta vez? ¿Por qué cojones me tienes aquí mirando al pasado, recordándolo todo? Vale, ¿querías acabarlo? Pues ya está. Esta vez, mejor no te molestes en volver. Pues aunque en mí ronden todas y cada una de nuestras putas bandas sonoras, sabré controlarlo. Así que mejor esta vez no des marcha atrás, no vengas ya y déjame olvidarte. Porque ya me cansé de este ni contigo ni sin ti. No vuelvas, ya no. Y no, esta vez te equivocas, esto no es una súplica. No vuelvas porque de esta vez, serás tú quien lo lamentará. Tú, sí tú. Te juro, esta vez, vas a desear no haberme conocido nunca."
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Y aquí me encuentro, leyendo uno de mis antiguos textos... Y sí, estoy viendo cómo me trago mis palabras...
En realidad es que soy tan sumamente torpe... ¡Ay, Dios mío... He vuelto a caer! Y ¿lo peor? Caería una y otra vez y tan a gusto... ¡Ay Dios...! ¿Por qué me haces esto? ¿O es que no recuerdas ya tus propios juramentos y qué me dices de los mandamientos? Señor... "No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal" 

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